Plaza España
Ubicada en la intersección de las avenidas 7 y 66, con una dimensión de una hectárea, esta sencilla plaza es la huella de uno de los grandes hitos de la diplomacia Argentina: El restablecimiento total del diálogo pacífico y fraternal con España.
Al igual que otros espacios verdes del casco urbano, este fue pensados en los planos de 1882 pero su materialización evolucionó en sincronía con el crecimiento demográfico de la ciudad. De este modo recién el 6 de abril de 1900 fue bautizada como “Plaza España” mediante la ordenanza 252. En tanto su inauguración fue el 19 de noviembre del mismo año como un nuevo regalo de cumpleaños de la Ciudad.
Con promoción de la inmigración europea a fines del siglo XIX, fueron muchos lo españoles que decidieron apostar por la fundación de una nueva ciudad capital. Cuándo en 1884 La Plata era una urbe en plena construcción, el censo arrojó la presencia de 10.407 platenses, de los cuáles 869 eran ibéricos, es decir más del 8%. Para 1895 los ibéricos suman 6034 habitantes y habían fundado la "Asociación Española de Socorros Mutuos", el "Club Español" y la "Unión Española"; entre otras importantes organizaciones.
Por su parte, el Presidente Julio Argentino Roca aprobó la modificación del himno nacional para eliminar las estrofas ofensivas (decreto 9044/1900). Como resultado, el comercio internacional y las inmigraciones entre las naciones se fortalecieron exponencialmente.
En 1910 se colocó la piedra fundacional del primer monumento a La Fraternidad, con la presencia de autoridades locales y de las colectividades. El proyecto había sido aprobado por la ley bonaerense 3294, pero como no se especificó un financiamiento, jamás pudo ser concluido. Décadas más tarde se propuso construir un monumento al cincuentenario de la fundación de La Plata (1932), pero tampoco prosperó.
Finalmente en 1959 se aprobó y se reglamentó la ley provincial 6113 para organizar un concurso nacional y disponer de fondos por 1 millón de pesos moneda nacional. El proyecto ganador fue el presentado por el artista Carlos Burtin. Se suponía que debería ser inaugurado durante los festejos del 25 de mayo de 1960, pero nuevamente surgieron demoras que aplazaron todo hasta 1962. La misma se trata una de estrella de tres puntas curvas en las cual se elevan figuras en bronce que representan "La Argentinidad", "La Hispanidad" y "La Confraternidad".
La riqueza forestar del espacio verde ha ido variando con el paso de los años. Al tratarse de una plaza periférica, en una zona de casas bajas, los fuertes vientos han ocasionado algunas caídas de árboles, los cuales gradualmente fueron transformados en nuevos monumentos. Pero aun así, siguiendo la tradición de una "ciudad verde", fueron remplazados por ejemplares nuevos. De este modo encontramos ejemplares de Tipas, Lapachos y Tilos; entre otros.
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